Alimentación y emoción

Me alimento desde lo que siento…
Me alimento con amor!
Mi comida es un gesto de amor…

Cuando nos sentimos cansados, inflamados, sin energía, nos duele el estómago, sufrimos de estreñimiento y el cuerpo nos alerta de que algo no anda bien, es señal de que el cuerpo necesita un RESETEO o un DETOX.
Es en este momento en donde nuestro cuerpo necesita que elijamos mejor los alimentos que le brindamos y nos pide que consumamos alimentos naturales, sin procesar y sin persevantes. De esta manera logramos limpiar el organismo de toxinas, liberarlo y permitirle nuevamente absorber bien los nutrientes.

Hay que comer para vivir, y no vivir para comer.   –Moliére

Está claro que alimentarnos es un acto fisiológico, sin embargo nuestro deseo por comer puede estar influenciado por casusas emocionales.

En ocasiones canalizamos nuestras diferentes emociones en la comida, por ejemplo la ansiedad, frustración y estrés, siendo estas emociones y no un acto fisiológico de hambre.

La comida puede llegar a convertirse de un alivio temporal de una emoción, pero todo se complica, cuando nuestro cerebro relaciona el alimento o hecho de comer con una emoción negativa. Por ejemplo: el estar triste y querer comer chocolates, sentir estrés y comer dulces, tener ansiedad y querer comer de todo y en grandes cantidades.

Tu alimentación es la causa y consecuencia. Eres lo que comes y también comes lo que eres; comes según te sientes en cada momento